LiveLoveLaugh.

Los días de Sol interminables, correr en la playa, comer chocolate. 

Cuando miras por la ventana y sólo ves lluvia caer, como si el cielo se rompiese en rayos, y tú estás en tu casa, en tu cama. 

Esos días en los que lo único que te apetece es estar tumbada, sin hacer nada. 

Cuando quieres desconectar y te pones el iPod a todo volumen. 

Las veces que te despiertas y te quedas en la cama, feliz, porque es sábado y puedes hacer lo que te apetezca. 

El sabor del helado de vainilla. 

La sensación de liberación cuando buceas. 

Los primeros días de verano bajo el sol, tumbada en la arena, deseando ponerte aunque sólo sea un poco morena. 

Ver a esa persona que no se te borra de la mente. 

Reír, llorar, todas las emociones vividas, conocidas y no, agradables y feas, son tuyas. 

Esas mañanas, cuando estás mala en casa, y piensas en tus amigas dando matemáticas. Son tus amigas, sí, pero que se jodan. 

Y cuando terminas un examen que te ha salido perfecto. 

El día de tu cumpleaños. Abrazando a alguien. Cuando te quedas sola en casa y empiezas a cantar, como si te fuese la vida en ello. 

Viendo películas. 

El día que empiezan las vacaciones. 

Cada momento pasado junto a tus amigas. Los domingos por la tarde en el sofá. 

Las palomitas L, que son enormes, pero se te terminan en veinte minutos. 

El final del libro de tu vida. 

Esas cosas que cuando te pasan te parecen lo más fuerte del mundo, y luego, cuando lo piensas más detenidamente, te das cuenta de que es una totería, y te ríes de tí misma. Estás loca, pero eres así. Nunca vas a dejar que nadie ni nada te cambie. 

Las palmeras de chocolate. 

Mirarte al espejo y sentirte bien, aunque te acabes de despertar y ni siquiera estés maquillada. El amor. 

Capítulos de la vida, todos importantes, y a la vez insignificantes. Te gustan. Te da igual todo. Eres tú, y eres feliz. 


A(L)